“Antes de rendirnos, tenemos que intentar” (Noemi Cosme Q. )
Gladiz M. Daza Cayo –El Alto
Bellos recuerdos de infancia, un amor incomparable a la mujer que valerosamente enfrenta la vida y sus innumerables dificultades pero nunca falta un pan en la mesa , días de frio, de viento o calor en lluvia las madres las calles con su q’ipi a la espalda para lograr esos centavos que mantienen y sustentan el hambre de sus hij@s.
Para las madres siempre son tiempos difíciles, porque siempre andan preocupadas por sus wawas, no importa que tengan más de 50 años siguen siendo sus wawas; para muchas madres no termina y para otras inicia,madres jóvenes que en estos tiempos deben lidiar no solo con el hambre de los hijos , si no con la salud de toda la familia, pero nada las detiene , nada las intimida, y aunque sientan temores estos son lanzados y olvidados , para continuar siempre por sus hij@s , es lo que nos comenta Noemi Cosme Quisbert que vive en la Zona de San Roque Ciudad de El Alto, una joven madre que desde su perspectiva nos dice que “antes de rendirnos tenemos que intentar, … el virus no nos puede matar, tenemos que vivir”. Una entrevista que le hicimos via zoom.
“Soy de la provincia Ingavi provincia Jesúsde machaca,e migrado a la ciudad de El Alto por un tema económico, somos 7 hermanos una familia amplia y el tema económico ha hecho que nosotros vengamos a trabajar y generar ingresos, solventarnos, siempre en venta con las cositas que tenemos .
Cuando nos han dicho quédate en casa realmente nos ha afectado en todos los aspectos, económicos, alimenticio y social, a nosotros especialmente a mí, porque yo estaba dedicada a vender, tengo un puestito .. salía a vender miércoles y sábado, justo por mi carnet me toca salir lunes y no puedo vender; como vendía ollitas también y algunos suplementos alimenticios, la gente ya conocía de mis productos , entonces me llamaba por al WhatsApp, yo vivo camino a Copacabana en alquiler con mi familia…vinieron ahí.. y en mi desesperación de no poder ir a la feria ¿qué hice?. Hice el trueque porque ellas también, mamás que no tienen ingresos, no están saliendo a vender, la mayoría es gente que vende, las amistades que tengo las señoras son tejedoras venden sus papitas, sus verduritas algunas cositas más se dedican , entonces hicimos el trueque con los productos, ellas me traían, haba yo les cambiaba por ollitas, después me traían , papa, oca o lo que producían era una ayuda mutua que hemos hecho entre nosotras.” así hemos estado sobreviviendo.
Pido a todas tratar de no estresarse. Y vamos a vivir como hemos sabido vivir con todas la enfermedades… este virus a nosotros no nos puede matar tenemos que vivir.
Lo que nos toca es ver hacia adelante, valorar más a nuestra familia
( Noemi Cosme Q. )
Esta preciosa mujer, joven entusiasta un ejemplo de vida no solo para los jóvenes si no para todos y todas quienes en algún momento sentimos rendirnos ,por los diferentes conflictos que se gestan en nuestro entorno ;es tiempo de tomar una nueva actitud la de no rendirse, tenemos una comunidad que nos apoya, que recupera tradiciones que nos permite la sobrevivencia, nuestros conocidos y conocidas de barrio, de nuestros puestos de venta de nuestra comunidad.
Dentro de esta gran comunidad logramos también el testimonio de una madre con niños en edad escolar, y las dificultades que ha podio sobrellevar en esta cuarentena, encierro que a veces se ha convertido en letal para muchas mujeres. Susana Zelaya vecina de la Zona Obrajes ciudad de La Paz. Entrevista via zoom
Yo solo vivo con mis dos pequeños uno de 7 y el otro de 5 en un edificio cerrado, tiene un pequeño patio en la planta baja pero es complicado, porque la mayoría del edificio son personas de la tercera edad y no entienden cuando los niños comienzan a gritar y jugar ,que es normal por la edad; el hecho de corretear les molesta y es incómodo para nosotros ; estar encerrados dentro de un espacio pequeño es también difícil para los niños.
Me preguntan por el papá, pero no temo decir que yo soy una madre divorciada, no tenemos una buena relación con el papá de mis pequeños, los fines de semana viene a visitar a los niños y en la cuarentena debo abrirle las puertas de mi casa, como no tenemos una buena relación los conflictos fueron acrecentándose, casi llegamos a los golpes, tuvieron que intervenir mis familiares.
Y para evitar mayores agresiones decidimos que se llevará a los pequeños por un tiempo, pero para que los retorne fue otro problema
Y esto se pone peor cada vez, además de estar aislados. Sufrimos por los recursos econó
micos, se han parado algunos pagos del gobierno, yo trabajo con comunicación escrita y programa radial y no he podido movilizarme hasta mi punto de trabajo porque la distancia es larga desde donde vivo a la ciudad de El Alto donde se encuentra la emisora
Y los alquileres siguen corriendo los gastos del edificio donde vivimos no esperan y no cuento con el apoyo económico que debería darnos el padre de mis pequeños.
Me encuentro en una situación donde se triplico mis jornadas de trabajo, porque, no solo soy ama de casa , trabajadora vía on line, si no también profesora, puesto que la cuarentena nos obliga a ser intermediadoras entre l@s profes y los niñ@s con sus tareas , el aprender las nuevas aplicaciones para ayudar a nuestros hijos, toda esa carga de trabajo es estresante. (Zusana Zelaya).
El tiempo transcurre ,entre poemas y canciones cada 27 de mayo recordamos a las madres obreras, madres comerciantes, madres indígenas, madres citadinas generaciones y generaciones de madres a lo largo de nuestras vidas. Realidades reflejadas en dos historias, podemos hablar de muchas otras experiencias entre cuatro paredes , a partir de la cuarentena, pero eso no nos limita a poder expresar nuestras voces.
Recuerdo que cuando era niña en los salones de los colegios los estudiantes preparaban la sorpresa a las madres , las famosas cuotas ,que salían del bolsillo de la misma mamá festejada, porque sabían lo importante que era para sus hijos e hijas agasajarlas.
El ajetreo de maestras, padres de familia, a hijos, wawas de kínder en sus primeros años de educación, donde la profesora como madre de sus pollitos se disfraza y baila con los hijos e hijas estudiantes en la hora cívica , el arreglo de los salones, dolores de cabeza de un día de ajetreo total ,por la preparación de las comidas, las solicitudes de tortas, salteñas, y las puertas de los colegios llenas de comerciantes de regalos dedicados a las madres, accesibles para los niños y niñas que guardaron sus recreos para comprar o realizar un regalo que es entregado con mucho cariño a las madres. Dedicar toda una mañana esperando ver a sus hijos con cámara en mano o fotógrafo al lado, para tener el recuerdo de esos días de disfraces .
Me queda en la memoria uno de esos interminables pero bellos días y salta a mi memoria este poema del autor Oscar Alfaro:
Madre proletaria
Madre obrera, madre obrera, Con luces y con matices… Haz de trajes de primavera Para los niños felices.
Que tiritando en el suelo De un tugurio sombrío, Se está muriendo de frío Tu miserable chicuelo.
Desata, madre, desata El ovillo de la luna Y con sus hilos de plata Teje canciones de cuna.
Si no hay pan en tu morada Dale a comer al infante Tu corazón palpitante De madre sacrificada.
Y con cariño, Sobre la tierra morena, ¡Que te bendigan por buena Todos los niños del mundo!
En los cantos y prosas dedicadas a las madres resuena “ Madre solo hay una”, desde mi humilde reflexión comparto esta frase aunque un poco trillada , las madres no son perfectas pero lo intentan, con toda la fuerza de su corazón, desde sus impulsos, porque la humanidad no sería humanidad si no fuera por las madres y algunos padres que toman ese rol .Esperemos el 2021 regresen esos tiempos de homenajes y horas cívicas, regresen a una población diferente después una cuarentena, que ha sacado lo peor o mejor de nosotras y nosotros nuestras familias y el valorar a nuestras mamas, los que aun contamos con esa alegría.
Mamá todos los días.
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